¡Hola a todos y bienvenidos un día más! Hoy os traigo algo distinto (y muy rico) para hacer el día más ameno… ¡La receta de la tarta de zanahoria!
Uno de mis hobbies favoritos es cocinar. Más específicamente, hacer postres. Y la tarta de zanahoria es de mis recetas favoritas.
Fue cuando vivía en Londres cuando me adentré en el mundo de la maravillosa carrot cake. No la había probado antes porque por aquel entonces no era tan común en España. Ahora es mucho más conocida y podemos encontrarla en muchos restaurantes y pastelerías. Pero, aunque sus orígenes no están del todo confirmados, seguro que españoles no son.
La historia de la Carrot Cake
Antes de adentrarnos en la receta en sí, vamos a hablar un poco de la historia de la famosísima Carrot Cake.
Como os he dicho, el origen de la carrot cake no está del todo claro. Sin embargo, hay historiadores gastronómicos que afirman que la carrot cake tiene sus orígenes en el pudin de zanahoria que en la Edad Media se cocinaba en Europa. Se cree que la carrot cake tal y como la conocemos ahora ha evolucionado de aquellos carrot puddings de la época medieval. Durante la Edad Media, el azúcar y otros tipos de endulzantes eran muy difíciles de encontrar y demasiado caros. Así pues, las zanahorias (al igual que la remolacha o la calabaza) se han usado como endulzantes sustitutos del azúcar a lo largo de la historia.
Para cocinar el carrot pudding, cocían en agua o al vapor las zanahorias a fuego muy lento para así acentuar los azúcares naturales de las zanahorias. Luego, añadían sabor agregando especias y mezclaban el puré de zanahoria con harina y huevos. El resultado final era el carrot pudding.
Como veis, aunque con certeza no se sepa de qué país proviene originariamente la carrot cake, la creencia de que su origen fue en Europa está bastante aceptada.
Esta tarta es realmente famosa tanto en Reino Unido como en Estados Unidos. Por un lado, la popularidad de esta tarta resurgió en Reino Unido debido al racionamiento durante la Segunda Guerra Mundial. Por otra parte, la tarta de zanahoria llegó a Estados Unidos de mano de los emigrantes y se ha convertido en el postre estrella del país. De hecho, George Washington servía en sus fiesta carrot cake de postre.
Y, bueno, como último dato antes de ponernos manos a la masa… ¿Sabéis que la carrot cake tiene su propio día conmemorativo? Sí, ¡como lo oyes! El día 3 de febrero es el Carrot Cake National Day en EEUU. Así que, ¡ya mismo lo celebramos! ¡Me aseguraré de que no se nos olvide! Mientras tanto, ¡practicad la receta para que os quede exquisita el lunes que viene!
La receta más exquisita de carrot cake:
El concepto de tarta:
Para conocer bien el concepto, vamos a entender la diferencia entre bizcocho y tarta.
La carrot cake que solemos encontrar en los restaurantes no es más que un bizcocho de zanahoria con frosting (esa crema dulce blanca que tiene) por encima y, a veces, también por dentro. Pues bien, justo el frosting es lo que marca la diferencia entre bizcocho y tarta. Es decir: sin frosting, es un bizcocho; con frosting, es una tarta. A mi padre le gusta sin frosting, que también está muy rico. Pero, a mí, me flipa el frosting, ¡así que os animo a ponérselo!
En cuanto a la receta:
La verdad es que he de confesar que esta receta es la más rica que he probado de carrot cake… Pero no es británica ni americana… es española. Ya sé que estamos en un blog para aprender inglés pero, oye, sigue siendo una carrot cake, ¡solo que las cantidades y truquillos de esta receta quedan estupendos!
¿Sabéis quién es Dani García? Pues bien, él es el autor de esta receta concreta de tarta de zanahoria. ¡Es un gran chef, chicos! Aunque yo también os voy a dar mis truquillos para que os quede súper rica.
Y ahora, vamos por fin a ponernos serios…
¡A cocinar!
Ingredientes para la masa:
- 225 gr. de azúcar
- 250 gr. de zanahoria (yo utilizo unas seis zanahorias grandecitas)
- 5 gr. de canela en polvo
- 5 gr. de bicarbonato
- 8 gr. de levadura química
- 210 gr. de harina
- 3 huevos
- 5 gr. de sal
- 180 ml. de aceite de girasol
Ingredientes para el frosting:
- 400 gr. de queso crema
- 1 naranja (opcional)
- 50 gr. de azúcar glas
- 1 zanahoria rallada (opcional)
Preparación del bizcocho:
- Precalentamos el horno a 170ºC con calor por arriba y por abajo y el ventilador activado (si nuestro horno no tiene ventilador, no pasa nada, luego veremos qué hacer).
- Dani García nos dice que rallemos la zanahoria y reservemos. Yo lo que hago es triturarla con el triturador de la batidora. Es más rápido, más fácil y queda igual de bien.
- En un bol, mezclamos poco a poco los huevos con el azúcar y una pizca de sal hasta que se monte levemente. Yo recomiendo hacerlo con una batidora de varillas. Si no tienes batidora, ¡a tope con las varillas, que verás qué bíceps echas!
- Cuando estén ya un poco montados, añadimos el aceite de girasol poco a poco para que se integre bien. Los españoles (sobre todo los andaluces como yo) estamos muy acostumbrados a cocinar con aceite de oliva virgen extra. En el caso de los postres, usar aceite de girasol le da suavidad a la masa y queda luego más esponjosa.
- En un bol aparte mezclamos la harina, el bicarbonato, la levadura química y la canela. Añadimos la mezcla a los huevos montados tamizándola previamente. Si no tenéis colador grande, podéis usar un escurridor que tenga los agujeritos pequeñitos. Yo no utilizo aquí la batidora porque la harina sale volando, utilizo unas varillas de mano (y así aprovecho y hago ejercicio).
- Añadimos la zanahoria triturada a la mezcla. Yo en este caso la integro con una lengua pastelera en lugar de con las varillas. Es más fácil.
- Encamisamos un molde apto para horno con aceite de oliva. Esto evitará que se pegue después.
- Introducimos la mezcla en el molde y horneamos durante 35-40 minutos. Si vuestro horno no tiene ventilador, tendréis que estar un poco más pendientes de la cocción. Yo os recomiendo poner el horno igualmente a 170ºC. Cuando hayan pasado unos 30-40 minutos, mirad la masa y clavarle un cuchillo: si sale limpio, el bizcocho está perfecto; si sale manchado, necesita más cocción. En este último caso, os recomiendo bajar un poquito el horno, a 160ºC para que no se tueste por fuera y quede crudo por dentro. Id mirándolo poco a poco y probando a insertarle el cuchillo. Cuando el cuchillo salga limpio, es que ya está listo. A mí normalmente me tarda una hora.
- No desmoldéis el bizcocho hasta que se enfríe. Yo a veces lo desmoldo cuando aún está caliente, pero no es una buena idea porque fácilmente puede quedarse un poco de bizcocho pegado al molde.
Preparación del frosting:
- Mezclamos el queso crema con el azúcar glas. Yo recomiendo hacerlo manualmente con un tenedor. Así queda un frosting mucho más consistente.
- Opcional: rallamos la piel de la naranja y la mezclamos con la crema. Yo la verdad es que este paso no lo he probado nunca, así que si lo hacéis, ¡contadme cómo queda!
Toque final:
- Una vez se ha enfriado el bizcocho, lo desmoldamos.
- Añadimos por encima la capa de frosting. Podemos intentar que quede bonito.
- Opcional: decoramos por encima con un poco de zanahoria rallada.
The end!
¡Y eso es todo, chicos! ¿Qué os parece? No es tan complicado y os aseguro que el resultado está exquisito.
¡Espero que os animéis a hacerla! ¡Contadme cómo os queda!
¡Nos vemos el jueves con una nueva lección de gramática!
Bon appétit! See you!
4 Comentarios
Holà
Amiga has hecho un buen trabajo …..suerte
¡Muchas gracias! ¡Me alegro de que te guste!
La voy a hacer!!
La explicación de la receta está muy detallada y tiene que estar deliciosa.
Ya te digo cómo me ha salido
Muchas gracias Adela
¡Estupendo! ¡Seguro que te sale una carrot cake exquisita!